Este libro nace con la intención de rememorar una de las grandes efemérides que rubrican la presencia hispánica en el mundo. Del mismo modo que la batalla de Trafalgar fue importante para consolidar el dominio inglés sobre los mares, la batalla de Buenos Aires lo fue para certificar el dominio hispánico sobre la tierra americana. Pero si Trafalgar es recordada, lo ocurrido en Buenos Aires ha sido olvidado.
Esta asimetría nos pone sobre la pista de las trampas que nos encontramos cuando pretendemos conocer la historia. Porque lo olvidado se convierte en inexistente. Se dirá entonces que Gran Bretaña no conquistó la América española porque no le interesaba, porque sólo quería bases para sus ataques piráticos y su contrabando.
La verdad es que durante siglos lo intentó y sufrió graves derrotas (La Coruña-Lisboa 1589; Cartagena de Indias 1741; Buenos Aires 1807). Pero esta última embestida, debido a la efectiva debilidad de España y al poder ya alcanzado por Inglaterra a esa altura de la historia, era la que más garantías de duradero éxito parecía tener. Sin embargo, el último gran envite, acabó otra vez con una completa victoria española.