El 9 de febrero Rommel fue ascendido a general de división. Von Brauchitsch le dio entonces sus instrucciones: la fuerza expedicionaria alemana debía conservar una base suficientemente amplia en la región del golfo de Sirte, al este de Trípoli, para que la Luftwaffe pudiera operar contra el ejército británico.
Pero Rommel no debía ir más allá. Teóricamente estaba subordinado al mando de Graziani (los alemanes creían que el maresciallo todavía se encontraba en Libia), aunque las fuerzas móviles italianas quedarían bajo su mando directo. Halder indicó en su diario que «la misión principal de Rommel consiste en impedir que Graziani se repliegue a Trípoli sin presentar combate».
Las instrucciones finales de Rommel, firmadas por el mariscal de campo Wilhelm Keitel, comandante del OKW, especificaban, según el deseo explícito de Hitler, que «las tropas alemanas no debían comprometerse en una batalla vana». Sin embargo, Rommel debía dejar claro a los italianos que, si su única pretensión era defender Tripolitania, él se retiraría, pues las tropas alemanas no debían servir sino para lanzar una ofensiva blindada en cuanto dispusiera de fuerzas suficientes.
Entre tanto, realizaría un reconocimiento para calibrar la situación en la zona. La operación de despliegue de las fuerzas alemanas en Libia recibió el nombre de Sonnenblume (Girasol). Rommel mandaría sus fuerzas terrestres, que el 19 de febrero fueron bautizadas como Deutsches Afrika Korps (DAK), un nombre que, como él mismo indicaba en una carta para Lu, recordaba al del Deutsche Alpenkorps, la unidad de montaña de élite en la que Rommel había combatido en la Primera Guerra Mundial… ¡contra los italianos!