La primera línea de defensa del perímetro, bautizada como Red Line, estaba formada por los 128 puestos fortificados italianos de hormigón, que se conocían con una letra y una cifra. Se añadieron faldones de hormigón para los cañones y ametralladoras que defendían cada puesto.
Se cavaron nuevas posiciones para tapar las brechas y los puntos ciegos del perímetro que no estaban batidos por armas automáticas. Morshead apartó una compañía de cada batallón como reserva a 500 metros a retaguardia. Detrás de la Red Line se construyó otro perímetro interior, la Blue Line, una serie de puntos fuertes de tamaño pelotón con piezas contracarro y ametralladoras, distribuidos a intervalos de 500 metros, y protegidos por un campo de minas continuo y un cinturón de alambradas. La Red Line absorbería el choque del ataque enemigo, mientras que la Blue Line protegía los emplazamientos de artillería situados atrás y luego destruiría los destacamentos enemigos cuando entraran en los campos de minas interiores.
Una reserva de tres batallones estaba preparada para intervenir en el caso de que el enemigo traspasara esta línea. Finalmente quedaba un tercer cinturón defensivo, Green Line, con las posiciones de la infantería cavadas en torno a los emplazamientos artilleros. Pero estas obras fortificadas tardaron mucho tiempo en completarse y cuando comenzó el ataque alemán, Morshead apenas había podido acabar de preparar la Red Line, mientras que la Blue Line no había recibido una sola mina. Las cuatro brigadas de la 9.ª División Australiana se dividieron la defensa del perímetro. La 18.ª Brigada fue designada reserva de la guarnición.
El sector oeste del perímetro fue asignado a la recién llegada 26.ª Brigada. La 20.ª Brigada cubría el sector sur, y los dos batallones de la 24ª ocuparon el sector oriental.5 Así pues, solo siete de los trece batallones de infantería de Morshead estaban desplegados en primera línea. Como cada batallón tenía una compañía en reserva detrás de la Red Line, las compañías de primera línea cubrían un sector de 1,6 km, algo más que el asignado a todo un batallón durante la Gran Guerra. Cada puesto fortificado estaba ocupado por entre diez y quince soldados…