… llegado a esta altura del relato de lo acontecido en el verano de 1587, es necesario hacer una reflexión, probablemente algunos de los lectores se hayan dado cuenta. Para quienes aún creen que en breve tiempo (faltaba un año) la marina inglesa se apoderaría de las capacidades navales destronando a la armada española, es interesante resaltar el potencial que la Corona hispana disponía en el Atlántico.
A la vez que se acopiaba se actuaba, con el consiguiente desgaste sobre los medios, recursos humanos y materiales. En la segunda quincena de julio dos potentes agrupaciones se encontraban en la mar; por un lado una poderosa armada navegaba de Lisboa a las Azores con 36 naves de guerra, y por otro, la agrupación armada-flota navegaba desde Cádiz a Lisboa con 82 velas, y en Lisboa quedaba la Escuadra de Galeras con ocho naves. Además, en Pasaje se aprestaba otra armada de naos gruesas, en estos momentos no operativa. A esto habría que sumar las casi 107 velas que navegaban de las Indias a España. Todo un portento de poder naval…