A lo largo de los siguientes días el Aurora llevó a cabo nada menos que 26 bombardeos sobre las posiciones tedescas en la zona de Salerno, siendo uno de los buques más activos del dispositivo aliado. El día 16 de septiembre tuvo lugar el bombardeo más eficaz o, cuanto menos, el más vistoso, de todos los llevados a cabo por este buque en la batalla por la cabeza de puente de Salerno. Seguramente se dieron ambas cosas. Dadas las escasas distancias existentes con respecto a la zona a batir, desde el Aurora se pudo divisar con toda claridad una columna de vehículos blindados alemanes que se dirigían a toda velocidad hacia la zona de desembarco.69 Manos a la obra, el crucero destruyó en cuestión de pocos minutos un mínimo de siete de esos carros, generando el consiguiente desconcierto entre sus tropas, que se retiraron con muchas bajas, sorteando los cráteres generados por esos impactos. De esta guisa, el ataque de los alemanes en ese sector del frente quedó desbaratado. ¡Quién se lo iba a decir a los apuntadores del crucero! ¡Quién podía llegar a imaginarse que cambiarían los buques enemigos divisados en alta mar por esos diminutos –para sus estándares- vehículos blindados que avanzaban raudos en plena batalla terrestre!
Aunque algunos de los marineros más veteranos del crucero les contaron a los novatos que en Narvik ya se habían vivido situaciones similares, eso no deja de ser algo poco frecuente para un buque de guerra. La acción protagonizada por el Aurora fue de lo más trascendente, porque esa columna era parte integrante de la última gran tentativa de romper las líneas aliadas llevada a cabo por la Wehrmacht en la zona de Salerno.