ISLAS TERCEIRAS – LA BATALLA DE SAN MIGUEL de Antonio Luis Gómez Beltrán
«…don Lope de Figueroa había dispuesto su orden de combate interior; allí en la proa estaba el capitán Rosado con su alférez abanderado y veinticinco arcabuceros y mosqueteros, apoyados por varios aventureros, fueron los primeros en entrar en contacto con la infantería enemiga que pretendía entrar por este punto. Desde la plaza de armas (el combés de la nave) el primer trozo de cuarenta arcabuceros de la compañía del maestre soltó una rociada sobre la cubierta de la nave francesa, barriendo todo aquello que no estuviese a cubierto, a su vez desde la cubierta de artillería el capitán Enríquez22 ordenaba a uno de sus alféreces lanzar una salva de babor; nada más ejecutado esto el condestable ordenaba zallar la artillería y cargarla, del mismo modo de la cubierta del puente, la artillería de menudeo a cargo de Lope Gil ejecutaba la misma acción; pero aquí no terminaba la cosa, sin solución de continuidad la almiranta francesa entraba por la otra banda a todo lo largo hasta tomar la proa del galeón, esto obligó a que se estrenasen los 40 arcabuceros de estribor de la plaza de armas, como los 50 arcabuceros y mosqueteros distribuidos en las dos cubiertas de la popa del galeón…»