Estaba en medio del mayor atasco de tráfico que Europa había conocido. «¡Hemos alcanzado el objetivo de nuestra primera etapa, la frontera de Luxemburgo!». Declaró el Hauptmann [capitán] Carganico, de la 1.ª División Panzer. Había sido un largo y caluroso viaje. Los conductores de carros, «llevaban sentados tras las palancas de dirección cinco horas, pasando un calor terrible, cambiando de marcha, yendo cuesta arriba y cuesta abajo, y deteniéndose y arrancando».
La gigantesca masa de 41.140 vehículos, consistente en 1.222 carros, 545 vehículos de cadenas y 39.373 de ruedas, tenía una longitud teórica de 1.540 km. Una división panzer de 150 km de largo necesitaba una media de diez horas para pasar por un punto, mientras que los elementos mixtos panzer y motorizados, de 130 km de largo190, necesitarían ocho horas y media. Un cuerpo de infantería motorizada transportaba 134.370 hombres con sus suministros. Una división panzer incluía en su impedimenta 20.000 tabletas de Pervitin para así mantener despiertos a los soldados. Hacia el 12 de mayo, los convoyes estaban atascados en el eje norte de marcha desde el río Mosa hasta el Rin, a lo largo de una distancia de 250 km a través de territorio francés, belga, luxemburgués y alemán.