La ofensiva alemana para la recuperación de Járkov y Belgorod representa un buen ejemplo de contraataque frontal. El 23 de noviembre de 1942, las fuerzas soviéticas de la Operación Urano habían cerrado el anillo alrededor del Sexto Ejército en Stalingrado. Apenas tres semanas más tarde, el Ejército Rojo desencadenó la Operación Pequeño Saturno, la más poderosa ofensiva de invierno de la guerra.
En un fugaz avance, aniquilaron en rápida sucesión a las unidades rumanas, italianas y húngaras desplegadas a lo largo de las líneas de los ríos Chir y Don y abrieron una brecha de 560 kilómetros en el frente alemán. Dicha brecha equivalía a la longitud total del frente occidental en la Primera Guerra Mundial. Inicialmente, solo algunas divisiones alemanas aisladas, desplegadas en apoyo de las fuerzas aliadas del Eje, se interponían en el camino de las fuerzas del Ejército Rojo, como los cordones de un corsé. El grueso de las reservas alemanas, incluidas cinco divisiones panzer completamente equipadas, se hallaban fijadas en Europa occidental debido a la invasión del norte de África por parte las fuerzas aliadas (Operación Torch).
Algunas de estas divisiones serían enviadas posteriormente al frente oriental. Los ejércitos alemanes del Cáucaso, en peligro de quedar cortados, se vieron obligados a retirarse. Sus unidades motorizadas, encuadradas principalmente en el Primer Ejército Panzer, fueron desplegadas en la línea del río Donets con el fin de reforzar el ala sur del Grupo de Ejércitos del Don. Al norte de la brecha, el Segundo Ejército se vio obligado a evacuar Voronezh y el frente del Don, y su ala sur se vio empujada a una gran distancia hacia el oeste. Gradualmente, dos terceras partes de la totalidad del frente oriental comenzaron a tambalearse y a desmoronarse.
La presión soviética no dejaba de aumentar y la única solución era retirarse cada vez más al oeste. Los soviéticos se colaban en una avalancha interminable de divisiones del Frente de Voronezh del general Golikov, con sus grupos móviles de explotación en la vanguardia del avance. Tres ejércitos soviéticos convergieron en la ciudad de Járkov y, a mediados de febrero de 1943, lograron tomar este importante nudo de comunicaciones mediante un ataque concéntrico. Pero la siguiente fase de su avance, en dirección a Poltava, acabó por detenerse a 50 kilómetros de la ciudad debido al total agotamiento de las tropas soviéticas, incapaces de continuar.
Así las cosas, pusieron todas sus esperanzas en el 3.er Ejército de Tanques del general Popov, uno de los militares soviéticos más experimentados en guerra acorazada. A mediados de febrero, Popov avanzó prácticamente sin resistencia en dirección noroeste, hacia Dnepropetrovsk, con la clara intención de llegar a la curva del Dniéper. Su objetivo era cruzar este caudaloso río antes de que las fuerzas alemanas pudiesen erigir sus defensas en la línea del mismo, pero pronto se hizo obvio que sus tropas carecían del impulso necesario. Entre tanto, el Grupo de Ejércitos Sur de von Manstein concentraba sus fuerzas para un ataque frontal….
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