
Los bersaglieri y los panzer arrollaron las posiciones de parte de la infantería neozelandesa de la 6.ª Brigada hacia las 10.30 horas, pero entonces intervino el Escuadrón B del 8.º RTR. Para el teniente Stuart Hamilton, jefe de compañía del Escuadrón B, la acción carro contra carro que se libró a las 11.00 horas fue su bautismo de fuego:
«Cuando estábamos llegando a la cima de la cresta, a unos siete u ocho kilómetros por hora, recibimos de repente el impacto más tremendo imaginable en el lado izquierdo de la torreta, una llamarada me rodeó las piernas y quedé temporalmente conmocionado por la explosión y cegado por algo que me salpicó en los ojos y la cara. Cuando volví en mí y me limpié el rostro con las manos, que quedaron ensangrentadas y pringosas, miré hacia el interior humeante de la torreta y vi que la radio que había a mi lado estaba ardiendo. Había dos orificios ennegrecidos por el humo en el lado izquierdo de la torreta y mi tirador yacía desplomado sobre el cañón. Le faltaba casi todo el lado izquierdo de la cara y la parte superior de la cabeza, y yo estaba salpicado de su sangre y su masa encefálica».
Además, si eres del Club Salamina, con la compra de este libro, te llevas de regalo el SÉPTIMO NÚMERO de nuestra colección especial del Boletín Salamina sobre la Guerra de Ucrania: ASALTO Y RUPTURA: La lucha a través de las defensas rusas en la ofensiva ucraniana de 2023. Solo en nuestra tienda online.
