La propia Orsha quedó sometida al ataque desde el norte y el oeste, y el 5.º Ejército de Tanques de la Guardia se encontraba 50 kilómetros al suroeste de dicha localidad camino de Borisov y Minsk.
El grupo de caballería mecanizado, el 5.º Ejército y buena parte del 11.er Ejército de la Guardia se dirigían hacia el oeste. A últimas horas del día 28 de junio, elementos del grupo Oslikovskiy cruzaban el Berezina al suroeste de Lepel (contribuyendo a la toma de la localidad por parte del 43.er Ejército), las fuerzas del 5.º Ejército y del 5.º Ejército de Tanques de la Guardia habían llegado al río al norte de Borisov; dicha población se salvó temporalmente por la llegada el día anterior de la 5.ª División Panzer, que fue enviada apresuradamente desde el sector de L’vov.
Pero el refuerzo tardío solo tuvo un impacto local, ganando algo de tiempo en la improvisación de una suerte de defensa de Minsk con el empleo de unidades de seguridad, de diversos servicios y de restos de formaciones organizados en unidades ad hoc. No ejercería influencia alguna en el creciente desastre que se cernía sobre el Cuarto Ejército alemán. Tras la caída de Orsha, las fuerzas soviéticas comenzaron a arrollar el centro alemán, avanzando por el curso del río Drut para sorprender de flanco a las formaciones que huían de Mogilev en dirección a Minsk.
Para el 28 de junio, el 3.er Frente Bielorruso, con la ayuda del 43.er Ejército, había destruido por completo a las cinco divisiones alemanas de la agrupación de Vitebsk (unos 30.000 hombres) y derrotado a otras seis divisiones. En el transcurso de estos seis días de operaciones, el frente había tomado las «fortalezas» y nudos ferroviarios y de carreteras de Vitebsk y Orsha, avanzado unos 130 kilómetros hacia el oeste y, al mismo tiempo, ampliado el frente de la penetración hasta los 150 kilómetros.
Su papel en la destrucción del resto del Cuarto Ejército estaba muy avanzado y, junto con su vecino del Báltico, había abierto una brecha irreparable en el frente estratégico alemán. Sin embargo, no había completado del todo su misión inmediata. Borisov permaneció en manos alemanas, y la línea del Berezina no había sido rota más que por destacamentos avanzados.