Amaneció en 1 de julio sin noticias del inglés en Barracas, pero no permaneció ocioso el centro del ejército pues se terraplenaron algunas zanjas que había del otro lado del Riachuelo y que podían abrigar al enemigo.
Pronto llegaron noticias del avance enemigo, pues a mediodía avisaron las avanzadas de los Usares de Pueyrredón, que los ingleses pasaban por los Quilmes. Era el momento de apostarse para impedirles el franqueo del río. Así, dispuso el General [Elio, jefe de esta división del centro], apostar a la Compañía de Granaderos de Galicia en una embarcación que se hallaba varada a la parte del norte del Riachuelo; la 1ª. y la 2ª Compañía en al Quinta de Ugarteche como cien varas al E. y sobre la orilla del Rio, el resto de Galicia con los Pardos y Andaluces permanecieron en al posición del día anterior; esto es en una línea perpendicular el Riachuelo.
Esto es, tres compañías flanquearon, sobre la orilla, el puente sobre el que necesariamente deberían transitar los británicos y el resto se situó en el extremo del puente. Pero los acontecimientos se precipitan: A las dos de la tarde volvieron a avisar que los enemigos iban llegando a la Chacarita de Santo Domingo, que sólo distaba dos leguas [8 kms.]; con esta noticia resolvió el Coronel Elio pasar a la Ciudad a dar cuenta al General en Jefe; el Comandante de Gallegos Don Pedro Antonio de Cerviño quedó mandando el Campo.