Por entonces Bernardo contaba con 15.960 hombres: 5.200 caballos, 6.600 infantes, 660 dragones, los 3.500 franceses de Guebriant, y 23 cañones (4 de sitio, 12 de campaña y 7 piezas ligeras). Tras dejar 7 regimientos de caballería a las órdenes de Taupadel con instrucciones de vigilar a Gotz, marchó el 15 de junio sobre Breisach a ponerle sitio.
Breisach, como se ha dicho con anterioridad, era una posición casi inexpugnable, una fortaleza sobre acantilados en la orilla oriental del Rin. Estaba defendida por Reinach, un oficial muy competente y resuelto, con 3.000 hombres y 152 piezas de artillería. A pesar de mostrar una gran agresividad en las disposiciones del sitio, el único modo seguro de rendir la plaza por hambre.
Gotz trató de interferir en el sitio dirigiéndose a Kenzingen (26 de junio), a 19 kilómetros al noreste de Breisach, y logró meter algunas provisiones en el interior de la fortaleza. A continuación, decidió que la mejor forma de desalojar a Bernardo –sin luchar- era cortar sus líneas de suministros. Con ello en mente cruzó el Rin a Alsacia y trató de apoderarse de las cosechas preparadas para Bernardo.
Por desgracia para su plan, Taupadel cruzó también el río y se convirtió en la sombra de Gotz, bloqueando de forma muy agresiva sus operaciones y acorralando destacamentos. Gotz no logró intimidar a ninguna de las guarniciones de Bernardo en Alsacia: Colmar, Schlettsatdt, y Benfeld. Por el contrario, Taupadel sacó lo mejor de sí mismo en varias acciones menores. El 9 de julio emboscó al regimiento croata de Corpes en las inmediaciones de Benfeld y capturó a su coronel, su bagaje y 7 cornetas. A pesar de una pérdida total de menos de 20 hombres, la unidad quedó rota. Poco después, 400 jinetes de Taupadel sorprendieron al Regimiento de Caballería de Harthausen en Ottenheim y lo dejaron tan maltrecho que no quedó más que una sombra de lo que había sido la unidad. Gotz tuvo que cruzar el río de vuelta (12 de julio) y retirarse a Wurtemberg para proceder a la reorganización de su deficiente ejército.