La caballería que llevaba quedó en un bosque algo apartado para que no se oyesen los relinchos de los caballos. Siendo ya de día, los de la villa salieron a abrir la puerta como acostrmbraban, y al instante, los nuestros estaban en el cuerpo de guardia, fueron a buen paso hasta la puerta que iba a donde ellos estaban, que era la que estaba entre las dos de la villa, y repartiéndose, unos fueron a acometer a los que fueron a abrir la primera puerta y los otros a los que guardaban la segunda.
Acertaron a matar al que iba a echar el rastrillo, según yo les había ordenado que hiciesen, y poninedo guardia en él se aproderaron de la puerta.
Los que habían salido de la villa a reconocer viéndose atacados por la espalda, y Taxis, en oyendo el ruido, embistiéndolos de frente, huyeron rodeando la villa hacia campo abierto. Taxis no hizo ademán de seguirlos, dirigiénose a ayudar a los nuestros, que todavía peleaban en la segunda puerta…..