El Viernes Santo de 2004, los insurgentes iraquíes tendieron emboscadas a todos los convoyes que intentaban entrar o salir del aeropuerto de Bagdad. El lataque a la 724.ª Compañía de Transporte fue la peor emboscada de convoyes de toda la guerra. Ninguna otra compañía de transporte sufrió tantas bajas en una emboscada.
Un camión cisterna alcanzado por el fuego enemigo continúa a lo largo de la ruta Huskies con combustible emanando de los agujeros en su costado. Un camión artillado se ve delante a través del humo, mientras que un camión cisterna accidentado arde a la derecha de la carretera. El asfalto resbaladizo se convirtió en una pista de patinaje para los camiones, lo que aumentó sus problemas en medio de la emboscada mortal.